sábado, 15 de marzo de 2008

Prólogo

Hace unos meses me apunté a un ciclo de en la filmoteca que versaba sobre la influencia de la película Vértigo de Alfred Hitchcock en el cine posterior, para ello se proyectaron varias películas de diversos directores ( Polanski, De Palma, Truffaut, Wyler,...). La cosa parecía interesante, pero no, porque unos señores muy avispados, todos ellos catedáticos de la Universidad, decidieron que lo más inteligente era colocar un prólogo antes de cada proyección para, a modo de introducción, explicarnos la relación entre ambas obras. Evidentemente se cargaron la película que luego veríamos, ninguno de ellos tenía intención de avanzar nada más que lo necesario, de hecho lo avisaban antes de empezar su perorata, pero no podían resirtirlo, es superior a sus fuerzas, el demostrar que saben más que nosotros, comentaban las escenas determinantes y las arrasaban, contándonos lo que iba a pasar y cómo iba a pasar. Sinceramente, jamás me aburrí tanto en una sala de cine, ni siquiera en Matrix Reload.
Entonces me surgió una pregunta: ¿ Para qué coño sirven los prólogos? Mi opinión tras este ciclo, y leer algunos libros, es que sirven para demostrar que el notas que lo escribe se ha leído el libro, ha visto la película,..., en fin que saben de que va la cosa, tanto que piensan que son los únicos que lo han comprendido y deciden que sin su ayuda jamás seremos capaz de comprenderlos, nosotros los tontitos; y a pesar de que el tío alaba encarecidamente al autor, decide joderlo comentando las sorptresas al futuro lector, espectador,..., con cosas como en este tramo el relato se vuelve interesante por el giro que da la muerte de tal personaje secundario que afecta al pesonaje principal de la siguiente manera. Seguro que estos hijoputas de niños eran los típicos que según salían del cine iban comentando el final a los cuatro vientos, y claro, ahora de mayores les debe dar cierto palo,por miedo a que no les respondan las piernas, así que decidieron que lo mejor era hacerlo por escrito o desde un pedestal para tener mayor respetabilidad .
Señores prologuistas, si de verdad quieren ayudar al autor, colequen toda su mierda detrás que aquél ser al que le haya gustado la obra, seguro que continuará leyendo, e incluso le será de ayuda.

lunes, 10 de marzo de 2008

Videoexpress 24 horas

Video express 24 horas es un concurso de cortos que pertence al festival envideo de Cáceres. Consiste en grabar un corto en 24 horas, y para asegurarse que nadie lo tiene preparado antes, te dan el tema en el momento de inscribirte. Este año nos tocó hacerlo sobre el miedo. Lo primero, al trabajar con mucha gente a la vez, y ser un corto de 90 segundos de duración como máximo, es elegir una idea, a partir de la cual poder trabajar . Nos llevo cuatro horas dar con la solución y al final optamos por la que nos hizo reír a todos después de tanto tiempo filosofando sobre el miedo en sí. Lo siguiente , pues tampoco había tiempo para más, era grabarlo tal cual iba surgiendo la cosa, un plano por aquí y otro por allá, más o menos con una coherencia narrativa, pero sin herniarnos. A la hora de la verdad vimos que el verdadero problema que teníamos para hacerlo es que nadie quería dar la cara, porque en el fondo quitando a uno que confío ciegamente desde el principio en la idea, el resto no teníamos muy claro cual sería el resultado final. Así que optamos por encapuchar al protagonista a fin de poder suplantarlo posteriormente en caso de que abandonara el proyecto, cosa que afortunadamente no pasó, aunque sí preservo su identidad en el anonimato hasta el final del corto. Tras montarlo entre la mañana y la tarde siguiente, con tiempo y calma, al final llegaron las prisas y las bronca aunque conseguimos entregarlo con diez minutos de retraso.
Por fin llegó el día de la gala, y los que fuímos para allá no confiábamos en a nadie le gustara, lo digo de corazón,no por falsa humildad. Pensaba que era una cosa manida y hecha hasta la saciedad, y que dejaría indiferente a la gente, mi acompañante y su novia compartían mi opinión, así cuando lo pusieron no teníamos ninguna esperanza no ya de victoria, cosa que ya sabíamos de antemano que iba a ser imposible, sino de que la gente se riera con él, y aunque parezca increible, sobre todo si lo acabas de ver, la gente se rió y aplaudió, e incluso en las cañas tras la gala, la gente siguió hablando de él, como si del ganador se tratase. Definitvamente esto me hace pensar que, como en su día dijo Aristóteles,tanto a la gente como a los niños, nos gusta que siempre nos cuenten la misma historia