domingo, 26 de julio de 2009

Abandono

Malditas brujas, toda la vida junto a vosotras, para terminar aquí.
¿Qué se puede esperar de una mujer abandonada y una niña huérfana?
¿Por qué todos no podrán ser como tú? Decían las muy putas. Eres el único tío que merece la pena.
¡Ja!.
¿Y por eso me cortasteis las pelotas?
Cabronas.
¿Por eso me convertisteis en el eunuco de vuestro harén de hombres con prisa?
Todo por un plato de arroz los domingos, blanco, ni siquiera la típica paella del rancho.
Solo por eso, tuve que irme a la terraza cuando a vosotras se os calentaba el horcate, ¡cuántas cistitis me agarré por vuestro húmedo clítoris!
Si por lo menos me hubierais dado caviar y champán como al del vecino. De acuerdo que murió joven, pero disfrutó mientras estuvo aquí. Tenía una ilusión por la que vivir, cosa de la que siempre me privasteis.
Me habéis abandonado ahora que estoy viejo, tuerto y cansado. Valientes hijas de puta. Ahora que ya no sirvo para intimidar, que mis dientes han desaparecido, y que apenas me queda aire en los pulmones para gruñir o ladrar.
Tendríais que ser vosotras las que estuvieseis en la carretera.

No hay comentarios: